Saludos bloguer@s
Habeis votado, y esta es la recompensa... Tras una reñida votación me habéis pedido que el post de esta semana tratara sobre cuáles son los casos más normales de fracaso de las empresas.
Antes de nada es necesario decir una cosa: que una empresa fracase es fácil, tremendamente fácil; sin embargo lo contrario no lo es tanto.De igual manera hay mil circunstancias externas, ajenas a los directivos, que no pueden ser controladas (decisiones de las Administraciones, coyuntura económica, una invasión alienígena,...). Por definición son aleatorias y no se pueden preveer, por lo que las vamos a obviar.
En lo respectivo a las causas internas, son numerosos los estudios que las especifican en gran número, pero tal vez podemos identificar un decálogo de las más importantes:
Habeis votado, y esta es la recompensa... Tras una reñida votación me habéis pedido que el post de esta semana tratara sobre cuáles son los casos más normales de fracaso de las empresas.
Antes de nada es necesario decir una cosa: que una empresa fracase es fácil, tremendamente fácil; sin embargo lo contrario no lo es tanto.De igual manera hay mil circunstancias externas, ajenas a los directivos, que no pueden ser controladas (decisiones de las Administraciones, coyuntura económica, una invasión alienígena,...). Por definición son aleatorias y no se pueden preveer, por lo que las vamos a obviar.
En lo respectivo a las causas internas, son numerosos los estudios que las especifican en gran número, pero tal vez podemos identificar un decálogo de las más importantes:
- ¿Eso que eh lo que eh? La falta de experiencia en la administración de empresas es posiblemente la primera causa de fracaso de las empresas, que sin duda tiene repercusión sobre el resto, ya que éstas se producen como consecuencia del absoluto desconocimiento de las tareas básicas de dirección. Pregunta: Seño ¿si no tengo experiencia no puedo montar una empresa? No Pepito. No puedes aspirar a saberlo todo, pero sí tienes que saber en lo que no tienes experiencia, y compensarlo con gente a tu alrededor que sí la tenga.
- El que mucho abarca, poco aprieta: Un escaso enfoque al respecto de la actividad es esencial. Hacerlo todo para todos es, además de insostenible en el tiempo, muy costoso. es esencial ser eficiente, por lo que la falta de enfoque al final se acaba demostrando en mal manejo de inventarios, se reducen los niveles de rentabilidad y quitan liquidez a la empresa.
- La importancia del Plan B: Tener solo una alternativa, no plantear escenarios en el caso que la idea principal fracase o no sea como esperamos, es una situación bastante común. La gestión de la empresa plantea un escenario continuo de retos, con situaciones cambiantes y desconocidas, por lo que plantear solo un escenario posible es un error a evitar.
- Cobrar pronto, pagar tarde: No basta con diseñar buenos productos y servicios, tener buena atención a los clientes y consumidores, producir de manera excelentes los productos o servicios, y vender una gran cantidad de ellos. Es fundamental en caso de vender a crédito seleccionar convenientemente los clientes, su capacidad y plazo de pago y gestionar correctamente su cobro. No hacer correctamente éstos últimos pasos llevará a la empresa a una situación de peligrosa no-liquidez.
- Dime donde estás, y te diré quien eres: La ubicación suele ser un factor no tenido debidamente en cuenta a la hora de comenzar determinadas actividades. Que exista facilidad para que los clientes aparquen, las características del entorno, la cantidad de personas que pasan por el lugar o el nivel de seguridad del entorno son factores claves para el éxito. Ubicarse en el lugar incorrecto en función de la actividad constituye desde un principio un problema. Ubicarse en el mejor lugar comporta mayores gastos en concepto de alquiler y menores niveles de gastos en publicidad; razones éstas, como las anteriormente mencionadas que deben evaluarse convenientemente a la hora de evitar inconvenientes para el desarrollo de las futuras operaciones de la empresa.
- La información es poder: La información inexacta, poco confiable y fuera de tiempo, llevará a no adoptar las medidas precautorias a tiempo, además de dar lugar a pésimas tomas de decisiones. Las empresas que carezcan o posean información poco precisa y fuera de tiempo, tendrá graves inconvenientes a la hora de adoptar decisiones efectivas, dejando a la competencia mejor informada la capacidad de quitarle participación en el mercado. Como empresario, deben elaborarse planes, trazarse estrategias y motivar al personal. Para todo ello es fundamental contar con información.
- Ten los pies en el suelo: Es fácil que el empresario tenga expectativas poco realistas.Esto conlleva a un exceso de gastos e inversiones, como así también de deudas, pensando en la posibilidad de ingresos superiores a los que realmente luego se dan. Ello no sólo trae aparejado problemas financieros, sino también lleva a estados depresivos y profundas caídas en los niveles de optimismo al comprobar que lo "soñado" al principio no se cumple.
- Conócete a ti mismo: Es fundamental que el empresario reconozca sus propias limitaciones, capacidades, y sus comportamientos habituales ante determinadas circunstancias. Reconocer ello a tiempo permitirá no sólo evitar errores a la hora de tomar decisiones, sino además actuar de manera tal de poder sobrellevar los momentos difíciles que todo negocio tiene.
- Si juegas con fuego... Gestionar correctamente el riesgo implica analizar: a) los atractivos de cada alternativa; b) su mayor o menor disposición a aceptar la posible pérdida; c) las posibilidades de éxito o fracaso de cada alternativa, y d) el grado en que juzgue factible en cada caso aumentar las probabilidades de éxito y disminuir las probabilidades de fracaso gracias a sus propios esfuerzos. De tal forma en la medida en que evalúe los riesgos debidamente en función a los anteriores puntos evitará caer en una mala gestión del riesgo, lo cual ampliará significativamente sus probabilidades de fracaso.
- El amor como hermanos y el dinero... Dar preferencia o colocar en puestos claves a familiares por el sólo hecho de ser tales, dejando de lado sus auténticas capacidades y niveles de idoneidad llevan a la desmotivación al resto del personal, como así también a una caída en los niveles de rendimientos.
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