Saludos bloguer@s
Esta semana hemos empezado el mes de julio, estamos en plena ola de calor, cervecitas y aire acondicionado. Por todo ello mi post no puede dedicarse a otro tema que no fuera el turismo denominado "de Sol y Playa".
Y es que el turismo español se ha movido en el éxito durante décadas y décadas, situándose tradicionalmente en el tercer lugar de los principales destinos turísticos mundiales, pero sin embargo nuestra forma de ofrecernos ha variado considerablemente
Bueno, bonito y ¿barato?
En los inicios de los tiempos, allá por el boom industrial de los años 60 se puso de moda el ya mencionado turismo de Sol y Playa. Fundamentalmente se debió al aumento del poder adquisitivo de la clase media así como una reducción brutal de los costes (precios de estancias, nuevas vías de comunicación,...)
De esta manera surgieron las ya conocidas zonas de la Costa del Sol (Torremolinos, Marbella,...), Costa Brava y el turismo en las Islas Canarias y Baleares. Se construyeron gigantes hoteles y urbanizaciones, se superpobló la costa con precios de adquisición enormemente bajo que se revalorizaban continuamente (¿os suena de cierta burbuja inmobiliaria reciente?) lo que favoreció que cualquier españolito medio se fuera a la playa por cuatro duros.
La realidad del turismo español
No obstante esta competencia en precios bajos, que nos convirtió en destino turístico de Europa actualmente es insostenible. Ya hemos dejado de ser ese país en vías de desarrollo de los años sesenta y somos un país desarrollado con todas las de la Ley.
Así países mediterráneos como Marruecos, Grecia, Turquía o Egipto han tomado el relevo y son capaces de ofertar paquetes vacacionales a un coste inalcanzable para los destinos españoles.
Y es que la solución tiene un "palabro" como solución: REPOSICIONAMIENTO.
¿Qué significa? Pues que se acabó el apartamento barato, la tienda de souvenirs con el toro y la gitanilla y los restaurantes con olor a sardina donde se promete el mejor gazpacho y paella de "Spain".
Se trata de apostar por nuevas formas de turismo que eran impensables unos años atrás. Intentar resumirlas es inútil, porque puede haber tantas como ideas creativas surjan, pero como siempre, para muestra un botón:
- Turismo Interior: Un nuevo sector turístico emergen, y del 10% que hace unos años suponía el turismo interior sobre el total; actualmente estamos hablando de casi un 30% y subiendo. Y no tenemos más que salir a la calle: balnearios, turismo gastronómico, rutas históricas y fomento de espacios culturales en desuso. Desgraciadamente este impulso ha venido casi en exclusiva de entidades públicas, y es imprescindible para darle el espaldarazo definitivo que el sector privado tome también un papel superior.
- Combinar playa y cultura: Potenciar el turismo interior no significa que ahora las playas vayan a quedarse vacías, sino que el turismo de playa necesita un "plus" y así podemos ver paquete vacacionales que en la propia costa se combinan con los comentados en el apartado anterior, como pueden ser la ruta de Castillos, las cuevas de Nerja o el Museo Picasso en Málaga o bien los museos Dalí o los yacimientos griegos y romanos de la Costa Brava.
- Modernización de los hoteles y del entorno: hoteles que no han visto la pintura desde los sesenta, que piensan que una red wifi sirve para pescar y su caja registradora hace ring al abrirla. Hoteles del siglo XX en pleno siglo XXI y Ayuntamientos que también necesitan un toque de atención. La limpieza y la modernidad de las infraestructuras debe ser una de las cartas de presentación de nuestros municipios costeros, por lo que hay que exigir a las Administraciones una imagen a la altura.
- Uso de agencias on-line y redes sociales: Y es que las páginas web de búsqueda de destino, las aplicaciones para el móvil y las redes sociales para recomendar y comentar los destinos turísticos son esenciales. Los hoteles y operadores deben hacen un trabajo de marketing viral, en la red y cuidar sobre todo las opiniones negativas de clientes en la red, ver en qué se falla e intentar mejorarlo. La satisfacción y experiencia del cliente es el mejor termómetro de la calidad de nuestro servicio.
Y es que esa es la clave: no está en la cantidad, sino en la calidad. Porque así quiero acabar este post, con las palabras José Luís Zoreda, el Vicepresidente de la patronal turística que dice: “El éxito de este mercado no se debe medir por cuántos turistas más vienen a España, sino cuánto dinero se dejan, cuántos empleos estables se generan y cuán satisfechas están, en la mejora de su calidad de vida, las sociedades locales que acogen a los turistas”
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