Susana: quien no te conozca que te compre

Con estas (proféticas) palabras definía Antonio Maillo la más que posible ascensión a Madrid de la faraona Susana Díaz. Reconozco que hasta que el sábado me encontraba en las puertas de Ferraz, pensaba que sería un paseo triunfal. Pero por el contrario vi como gentes de diferentes puntos de la geografía española coincidían en algo: Susana Díaz no sería bien recibida en el socialismo español.

Y la verdad, lo tiene merecido. Porque si dejamos de lado su conocidísma ambición y ansias de poder, la verdad es que no hay mucha esperanza de que Díaz vaya a desplegar una política mínimamente progresista.

Desde que 2.013 llegara a la presidencia de la Junta de Andalucía (o la heredara, según se mire) su gestión es más que cuestionable:

En Sanidad la disminución de las camas hospitalarias, el aumento de las listas de espera, la disminución de las infraestructuras sanitarias y la pérdida de 7.265 puestos de trabajo en el Servicio Andaluz de Salud, hacen que la otrora joya de la corona del socialismo andaluz pase por horas bajas.

En Educación la cosa no va mucho mejor: subida de la ratio alumno/profesor, el recorte de maestros en infantil y primaria, la galopante interinidad de los docentes no ayudan a mejorar los decepcionantes datos de la calidad andaluza, que ya estaba a la cola en España pero no tiene visos de que vaya a mejorar.

Si a eso le sumamos que actualmente hay 17.700 empleados públicos menos desde que llegó al poder, al no cubrirse las bajas ni las jubilaciones; y que el problema estructural del desempleo está lejísimos de solucionarse, nos dan una buena fotografía de cómo gobierna la nueva líder del PSOE.

No obstante, pensaba que todo eso no se conocía "de Despeñaperros pa´rriba", pero parece que no es así. Por ello me cuesta pensar que lo que ocurrió el sábado en el PSOE vaya a ser un paseo triunfal de la baronesa, ya que le va a costar ganarse el corazón de la gente. Susana, la gente empieza a calarte...

Todo comenzó con Suresnes...

El Congreso de Suresnes significó la renovación generacional, la recuperación de la dirección del Partido Socialista por los militantes que actuaban en el interior de España, la conexión con la realidad diaria que se vivía en el país, sin influencia o mediatización de la vivida por los exiliados; pero sobre todo supuso la supervivencia de la organización política como fuerza importante para el futuro.

Los dirigentes del exilio habían sabido conservar la legitimidad del socialismo español, pero había llegado el momento de obtener el fruto político de aquella ejemplar tarea del exilio, lo que exigía un nuevo protagonismo, el de los pocos militantes, pero conectados con la realidad de España, que trabajaban en las fábricas y las universidades.

Esto escribía Alfonso Guerra sobre el decisivo Congreso de Suresnes en el año 1974 y del que únicamente se conoce por la "entronación" de Felipe González.

He vuelto hoy a ese texto para intentar buscar algo de ese González que hace ya tiempo que es más parte del "exterior" del histórico PSOE que llevaba tiempo exiliado (por otros motivos) fuera de España, que de los "interiores" que lidiaban cada día con la crudeza de la dictadura. Y es que lo que ahora estalla y es público y notorio es un problema que sacude a la organización hace mucho tiempo, posiblemente desde el propio Suresnes.

Que duda cabe que un grupo de jóvenes sacudieron el panorama político en ese año 74, pero si algo hay que achacarles es no preveer que eso mismo podría pasarles a ellos mismos. Por eso el 15M y la irrupción de nuevos partidos (y la salida del PSOE de muchos entre los que me incluyo) es culpa de esa carcoma, de esa visión histórica del PSOE que hoy amenaza con destruir al partido referente en la izquierda española del último período democrático.

Hoy los del interior son otros, otros que no tendrán reparos en demostrar que hay un PSOE viejo y caduco incapaz de ver que los tiempos han cambiado, que sin verdadera democracia interna no se puede trabajar, que el trabajo colaborativo con otras organizaciones es más imprescindible que nunca y sobre todo, que actuar de espaldas a la realidad social les conducirán ser el PSOE histórico, una breve reseña en los libros de historia.

#SalvemosDoñana

Según denuncia la organización WWF en su Informe sobre la situación del Parque de Doñana, el 80% del agua existente en los humedales de Doñana ha desaparecido, culpa de las actividades industriales perjudiciales, en particular la agricultura intensiva y las modificaciones fluviales, que tanto los gobiernos regionales como nacionales han permitido.

Incrementa mi sorpresa cuando leo que se ha concedido una licencia a Gas Natural para la construcción de un gasoducto con más de 70 kilómetros de tuberías por toda la zona del Parque de Doñana, además de 16 pozos de extracción de gas mediante la técnica del fracking. Alarmado, acudo esperanzado en un atisbo de independencia a los grandes periódicos nacionales en búsqueda de alguna noticia en referencia al destrozo/latrocinio que la empresa Gas Natural (preponderante mecenas-financiador de la publicidad en los medios) pretende realizar en el mismísimo linde del Parque Nacional de Doñana.

Salvo las honorosas y minoritarias excepciones de Radiocable.com o la reseña en el Diario.es, ni siquiera los medios locales y regionales hacen portada de semejante situación, que según numerosas organizaciones ecologistas pueden conllevar la inclusión del Parque en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro de la UNESCO a partir de junio de 2017.

Pedir que en un alarde de conciencia ecológica la Junta de Andalucía, el Gobierno de España o la Comisión Europea hicieran algo sería esperar con optimismo que se produjera el milagro de la sanación del cojo de Calanda. Así pues os dejo algunas acciones que como simples ciudadanos de a pie sería deseable realizar:

• Petición al gobierno de España para que paralice el proyecto del gaseoducto en España vía WWF o change.org 
• Enviando  cartas a la Administración en apoyo de las actividades y propuestas.
• También puedes ayudar en proyectos de voluntariado y reivindicación que se organizan, tanto presencialmente como a través de las redes sociales.
• Y por supuesto, visita Doñana, merece la pena.

Pues a mí no me parece bien que adelanten las elecciones…

Pues a mí no me parece bien que adelanten las elecciones…

Pues sí, han leído bien. En el caso que hubiera que repetir elecciones (cosa que tampoco sería para tanto, no hay que escandalizarse, aunque eso es otro tema), estoy radicalmente en contra de que fueran acortados los plazos electorales con el único y exclusivo motivo que la ciudadanía es tan perezosa que no quiere que coincida con Navidad.

De hecho la única reforma que debiera hacerse de la Ley Electoral (además de para garantizar que todos los españoles que quisieran votaran, pero eso ya sería pedir demasiado) es la de ampliar los plazos. El motivo tiene un número: 1.939.599. Ese es el número de ciudadanos y ciudadanas censados en el extranjero y a los que sistemáticamente se les han puesto trabas para ejercer el derecho al sufragio.

Si con el actual plazo no se ha conseguido que en las últimas elecciones, todo aquel que lo solicitó le llegara el voto, tal y como han denunciado múltiples colectivos, yo me pregunto: ¿si recortamos el plazo se respetará su derecho a ejercer el voto? De hecho tengo mis dudas si el voto por correo dentro de la península, que en anteriores ediciones llegó por los pelos y lo puedo atestiguar en primera persona, pudiera efectuarse de acuerdo a los compromisos legales.

Sinceramente, el voto es algo muy serio para frivolizar. De él van a depender presupuestos, derechos, sanidad, justicia, educación, etc… ¿Debemos restringir algo tan sagrado porque ese día será Navidad? ¿Puede una democracia (formal al menos) permitir que sólo uno de sus nacionales que lo desee no pueda ejercer su derecho al voto? Reflexionen…

Estimados twitteros

Escribo hoy a esa generalidad que, a diario, usa redes sociales para opinar, sugerir, influir o simplemente expresarse. Y es que llevamos ya el suficiente tiempo debatiendo sobre cuáles son los límites tolerados en los comentarios en la Red, y la pregunta es: ¿qué diferencia hay en que se reflexione en la Red o cara a cara?

Desear que alguien se muera, llamar asesino a un matador de toros o simplemente reírse o mofarse de alguien con chistes de mal gusto es, simplemente eso, mal gusto. Si alguien lo hiciera en persona, amén de jugarse que alguien les arreara una leche, posiblemente tampoco mereciera castigo penal, pero si reproche social. Y es ese reproche el que hay que hacer en las redes sociales: bloqueando a usuarios “tóxicos” que vierten este tipo de comentarios, por supuesto no compartiéndolos, en definitiva, sentido común.

Cosa diferente es el carácter delictivo de los comentarios que, en la mayoría de los casos, me parece desproporcionado y hasta el Tribunal Supremo, que no es adalid precisamente del pensamiento progresista, tiene recientes sentencias señalando que no todo lo publicado en redes es delito, y seguramente mucho de lo publicado al que se exige castigo penal únicamente pueda ser perseguido mediante demanda civil contra derecho al honor.

Lo siento pero no me pienso sumar a la criminalización al medio, al instrumento que suponen las redes sociales; así como tampoco criminalizar ideas legítimas como la lucha por la prohibición de la tauromaquia por los comentarios de unos cuantos desquiciados.

Estimado Durao Barroso

Ante la noticia de su incorporación al banco de inversiones Goldman Sach, me permito escribirle para expresarle mi incomprensión de su actitud.

Verá Goldman no es un banco cualquiera, pues arrastra un historial más que cuestionable en cuanto a su ética empresarial, ya que se le acusa entre otras cosas de falsear el déficit de Grecia (origen de la actual situación del país heleno), de ser el mayor comercializador de hipotecas basura en Estados Unidos o incluso aquí en España, que con la intermediación de la familia Aznar una de sus filiales compró el parque de vivienda públicas de la Comunidad de Madrid de los que están siendo expulsados sus inquilinos progresivamente.

Ya sé, Señor Durao, que no ha sido el primero (y que por desgracia no será el último), y que su nombramiento se une a esa plantilla de ¿políticos? que han cruzado la puerta giratoria como Mario Monti, Lucas Papademos o los Exsecretarios del Tesoro Estadounidense Henry Paulson (con Bush), Robert Rubin (con Clinto) y Sidney Weinberg (con Roosevelt); por citar solo algunos.

Sé que nadie ni nada le hará cambiar de opinión, sé que no veremos a millares de ciudadanos manifestándose por el tremendo atropello que ello supone y por supuesto ninguna institución europea hará nada, no ya para impedirlo, sino para evitar que vuelva a ocurrir. ¿Por qué? Porque la actual Europa hace tiempo que está muerta, y precisa de una refundación profunda porque la crisis de deuda, los refugiados o el Bréxit no son casos aislados, sino síntomas de la misma enfermedad con una medicina clara: hace falta una Europa alternativa.

Estimados amigos, hubo un tiempo...

Hubo un tiempo en que los judíos en algunos países no podían acceder a cargo público alguno, por la única razón de su condición, o a la mayoría de profesiones liberales (abogados, médicos, etc…) viéndose obligados, bien a ocultarse o a trabajar en puestos inferiores que los no-judíos.

Hubo un tiempo en que a los judíos no se les permitió formar parte de las fuerzas armadas de varios países, o simplemente no podían donar sangre como el resto de sus conciudadanos.

Hubo un tiempo en que a los judíos se les prohibió la posibilidad de manifestar abiertamente sus creencias, so pena de ser discriminados en su trabajo o en su pacífica convivencia.

Hubo un tiempo en que el matrimonio entre judíos estaba prohibido en muchos países, pues el único matrimonio válido a los ojos de Dios y de la Ley era el católico.

Hubo un tiempo que en las escuelas y centros públicos, financiados por todos, no se hablaba del judaísmo de una manera imparcial o simplemente científica, sino que se hacía desde la mal llamada visión “humanista” del mundo.

En definitiva, hubo un tiempo en que los judíos y judías eran mirados mal en la escuela, en la empresa, en la Administración Pública y en la sociedad general; la religión, el Estado, el poder financiero y hasta la comunidad científica les dio de lado, solo por no ver el mundo desde una óptica determinada.

¿Y si ahora cambiamos “hubo un tiempo” por “aun hoy” y judíos por homosexuales, bisexuales o transexuales? ¿De verdad hay algo que celebrar este fin de semana?

Estimados diputados y diputadas

En primer lugar enhorabuena por su designación anoche. Me gustaría dedicar estas líneas para pedirles un favor, una leve enmienda en la ingente legislación que desean aprobar: me gustaría pedirles un día de reflexión para el día después de las elecciones.

Y es que lo que hoy me pide el cuerpo es reflexionar, porque hay cosas que no entiendo. Casi doy por hecho que la corrupción ya no pasa factura a los partidos, pero ¿es que no hay nadie con un contrato de 2 horas diarias entre los 7.906.185 de votantes del PP? ¿Por qué en mi provincia Jaén, con un 36% de paro, la suma de PP+PSOE obtienen un 73% de votos? ¿Habrá alguien que no haya cobrado la ayuda a la dependencia entre 917.398 votantes del PP valenciano? ¿Ninguna abuela entre los 13.330.894 votantes de PP y PSOE tiene algún nieto emigrado deseando volver a España?

Solo les pido que no me traten de gilipollas. Esto no es solo culpa de la ley electoral. Esto no es solo culpa de la abstención. 7.906.185 votos suponen algo más, algo más que no logro entender, por lo que les pido señorías, que institucionalicen hoy un día de reflexión. Me gustaría pensar que no somos tan profundamente imbéciles de creer en eso del voto útil, en el peligro de que podamos salir del euro, que la gente vote pensando en el riesgo de unos supuestos “populismos”.

Hoy soy incapaz de dar ninguna solución ni teoría, ni siquiera una explicación, solo soy capaz de formular preguntas. Hoy, como muchos más, siendo una profunda desazón y preocupación, porque siempre intento dar una solución racional a las cosas, y hoy no la encuentro. Seguiré reflexionando…