2 may 2016

Estimado Baltasar

El pasado jueves tuve la oportunidad de asistir a la presentación del Informe sobre el Estado de la Jurisdicción Universal en España que ha realizado la Fundación Internacional Baltasar Garzón que preside el exmagistrado homónimo.

En ella tuve la oportunidad de conocer de la mano de los profesionales que actualmente son punta de lanza en la defensa de los Derechos Humanos en el mundo el deplorable retroceso sufrido. En España, tras la (contra)reforma de la Jurisdicción Universal perpetrada por la mayoría del Partido Popular, se ha procedido al archivo de causas como el Caso Guatemala o el Caso Tibet.

Asimismo la presentación y posterior lectura de dicho informe me ha permitido conocer otros muchos casos, desconocidos hasta ahora para mí, como los del Caso Falun Gong. Es por ello que encuentro dos sentimientos entrelazados. En primer lugar el orgullo de poder contar en la profesión (no solo abogados, sino jueces, fiscales, economistas, etc…) verdaderamente implicados en la protección y defensa de los Derechos Humanos, no sólo en nuestras fronteras, sino más allá de ellas. Y por otro la desazón de que el porcentaje de juristas que se dedican a esta honorable tarea sea tan exiguo. Que no se nos caiga la cara de vergüenza, y me pongo en primer lugar, de ver los excesos cometidos a diario y no seamos más los que nos lancemos a su denuncia.

Puede que solo sea una denuncia, pero también es un manifiesto para el ejercicio de una abogacía más comprometida y militante, una abogacía que además de para vivir, nos sirva para hacer donde vivimos un lugar mejor. Gracias compañeros.

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