Estimado Alejandro

Tu caso, que ha ocupado los principales titulares en los grandes medios de masas en los últimos días, es uno de los mejores ejemplos del dicho “no dejes que la realidad te estropee un buen titular”.

No te culpo Alejandro, de intentar revertir un inexorable ingreso a prisión que a nadie le resulta placentero y que, si atendemos al principio de reinserción que debe tener nuestro sistema penal, posiblemente en tu caso se deberían haber implementado alguna medida menos grave. Pero eso no quita una verdad: no te han condenado por robar 80€.

El problema es que a los medios no les interesa la verdad, nunca intentan bucear en las fuentes, porque lo único que buscan es el titular fácil que les permita generar un estado de indignación ante la opinión pública. A todos invito que lean tu sentencia, así entenderá que los cuatro años no son por robar 80€, lo que simplemente hubiera supuesto una leve falta, sino que “el día 15 de enero de 2010 (…) efectuaron operaciones por importe de 299 y 257,80 euros, pretendiendo llevar a cabo otra por valor de 523,5 euros cuando fueron sorprendidos.” 

Además en el vehículo que llegaron encontraron “una tarjeta de La Caixa nº NUM001 , falsa (…), diversos tickets de compra en numerosos establecimientos comerciales, entre ellos en el Hipermercado de Valdemoro, situado en la Avenida del Mediterráneo de dicha localidad, fechado el 13 de enero de 2010, por valor de 429 euros por la compra de un portátil (…) cinco tarjetas bancarias: una de La Caixa, resultando ser falsa, otra de la Caja de España a nombre del acusado, también falsa, otra de Caja de España, igualmente falsa, otra de la Caja Rural de Granada, a nombre del acusado y una última de La Caixa, que era autentica.

Pedir que los periodistas se leyeran la sentencia entera no es sólo recomendable, sino obligatorio antes de publicar una información. Pero al menos deberían haberse leído el fallo de la misma, en la que se establece que la pena de cuatro años de prisión es por la “tenencia de tarjetas de crédito o débito destinadas a su tráfico, no por robar 80 euros como se ha publicado.

Así que dos reflexiones: a los medios que no busquen la noticia fácil, sensacionalista o demagógica, y a los ciudadanos que no nos traguemos toda la basura que nos emiten diariamente y que seamos un poco más críticos con nuestro periodismo.