Pues a mí no me parece bien que adelanten las elecciones…
Pues sí, han leído bien. En el caso que hubiera que repetir
elecciones (cosa que tampoco sería para tanto, no hay que escandalizarse,
aunque eso es otro tema), estoy radicalmente en contra de que fueran acortados
los plazos electorales con el único y exclusivo motivo que la ciudadanía es tan
perezosa que no quiere que coincida con Navidad.
De hecho la única reforma que debiera hacerse de la Ley
Electoral (además de para garantizar que todos los españoles que quisieran
votaran, pero eso ya sería pedir demasiado) es la de ampliar los plazos. El
motivo tiene un número: 1.939.599. Ese es el número de ciudadanos y ciudadanas
censados en el extranjero y a los que sistemáticamente se les han puesto trabas
para ejercer el derecho al sufragio.
Si con el actual plazo no se ha conseguido que en las
últimas elecciones, todo aquel que lo solicitó le llegara el voto, tal y como
han denunciado múltiples colectivos, yo me pregunto: ¿si recortamos el plazo se
respetará su derecho a ejercer el voto? De hecho tengo mis dudas si el voto por
correo dentro de la península, que en anteriores ediciones llegó por los pelos
y lo puedo atestiguar en primera persona, pudiera efectuarse de acuerdo a los
compromisos legales.
Sinceramente, el voto es algo muy serio para frivolizar. De
él van a depender presupuestos, derechos, sanidad, justicia, educación, etc… ¿Debemos
restringir algo tan sagrado porque ese día será Navidad? ¿Puede una democracia
(formal al menos) permitir que sólo uno de sus nacionales que lo desee no pueda
ejercer su derecho al voto? Reflexionen…
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